Parece que le estamos cogiendo el gustillo a esto de las casitas. Sólo falta hacernos las nuestras. 🙂
Es un precioso regalo de Navidad para todas aquellas personas que tuvieron que dejar sus casas y el campo para ir a la ciudad y vivir en un piso. ¡Parece cómo muy lejano! Pero no hace tantos años que nuestros padres y abuelos lo hicieron. ¡Puede ser un bonito y original recuerdo! 🙂 Mientras te lo piensas, seguimos trabajando…